El hipoclorito de sodio y el hipoclorito de carbono son algunos de los tipos de químicos que ayudan a limpiar y desinfectar. Puedes encontrar estos químicos en productos de limpieza doméstica con los que podrían entrar en contacto en casa o en fábricas. En este artículo, discutiremos el NaOCl y los polvos blanqueadores: cómo se utilizan, sus ventajas y la ciencia detrás de cómo funcionan. También consideraremos cómo se comparan en cuanto a rendimiento al limpiar, y las pautas de seguridad al usarlos.
Estoy frotando con hipoclorito de sodio, un tipo de desinfectante y producto blanqueador. Lo encontrarás en el lejía doméstica, que se usa para limpiar superficies. El hipoclorito de calcio es más potente como desinfectante y se utiliza comúnmente para tratar piscinas para matar bacterias y algas. Ambos son efectivos para eliminar gérmenes, lo cual es clave para mantener nuestro mundo limpio y saludable.
El hipoclorito de sodio y calcio actúan liberando cloro, un potente agente desinfectante. Cuando las bacterias entran en contacto con el cloro, reacciona con ellas y las mata. Esta acción es lo que ayuda a prevenir la propagación de enfermedades y a mantener las superficies limpias. Entender cómo funcionan estos químicos nos ayuda a comprender por qué son tan útiles para descomponer la suciedad.
El hipoclorito de sodio y calcio ambos matan gérmenes, con el hipoclorito de calcio tiendiendo a ser más potente y duradero. Esto lo hace excelente para áreas más grandes como piscinas. El hipoclorito de sodio es más común en productos de limpieza doméstica, ya que contiene menos cloro. Comprender sus diferencias nos ayuda a elegir el limpiador adecuado para nuestras necesidades.
El hipoclorito de sodio se utiliza comúnmente en sistemas de purificación de agua para desinfectar el agua potable doméstica y para matar bacterias, virus y otros microorganismos dañinos. Es seguro y ayuda a limpiar nuestro agua potable. El hipoclorito de calcio se utiliza ampliamente en el tratamiento del agua, como en piscinas y suministros de agua pública, para mantener la desinfección, ya que es relativamente estable y no deja residuos. Aprender más sobre cómo actúa cada químico nos permite ver su valor en el tratamiento del agua.
El hipoclorito de sodio y el hipoclorito de calcio son muy buenos para limpiar, pero si no se usan correctamente, también pueden ser peligrosos. Además, es necesario seguir las precauciones de seguridad al manejar estos químicos. Esto incluirá el uso de guantes y gafas de protección. Y, como con cualquier producto, mantén estos lejos de los niños y las mascotas en un lugar fresco y seco. Entender los riesgos nos permite usarlos de manera segura.